dilluns, 9 de maig del 2011
La lenteja y la arena
La protuberancia que Karim tiene en la nariz es más grande que una lenteja pero más pequeña que un guisante. A punto de estallar y coronada por un topo negro, todas las miradas se desvían hacia esa zona escorada de su proa. Cuando me habla no le atiendo. Karim se sienta en el portaequipajes de la motocicleta quizás para estirar las piernas o porque imagina que monta en una choper. Va de una parte a otra sin sentido pues en una parte y otra no hay nada más que arena y cielo y a veces, una nube.
…
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26 comentaris:
¿Es de su viaje a Egipto? Me gusta. Lo de sentarse así, ¿podría ser para evitar que la rueda delantera se clave en la arena?
No, a Marruecos.
Bien visto pero también podría ser para evitar que un muelle se le clave en el trasero
Qué bonito es Marruecos. Con muelles salidos y todo.
Sí, a pesar de los muelles y los quads y los 4x4
Yo también viajaba en el portaeqeuipajes de la mobilete de mi primer novio cuando era mozuela. Y me chiflaba, aunque el asiento era bien duro, coñe!
En mi antepenúltimo blog tengo una sorpresa para usté. ¡Ay!
Besicos,
¿Per en la mobilete iba con o sin novio? porque la cosa cambia
¿Su antepenúltimo blog? confieso que me he perdido
¿Y dice usted que Karim lleva un topo en la nariz? Qué incomodidad, creo que se mueven bastante.
No señora:
topo
1. m. Dibujo con forma de lunar en una tela o papel.
Karim monta así en su motocicleta porque así monta en su camello. Lo de Karim son los camellos, no las motos. Seguro que cuando se atasque la moto en la arena Karim empleará la fusta para pegar a la rueda de atrás.
Abdul tenía tres hijos y 17 camellos. Los hijos se llamaban Karim, Jamal y Abdel, y los camellos se llamaban camellos. Abdul quiso repartir sus 17 camellos entre sus tres hijos de la siguiente manera, la mitad para Karim, la tercera parte para Jamal y la novena parte para Abdel. Abdul era un cabronazo de mucho cuidado y consiguió que a uno de los camellos, al que llamaban camello, lo trocearan en cachos para hacer la repartición. ¿O es que acaso hay otra solución, señor Busqué?
Al fin y al cabo, todos los camellos llevan a Roma. Señores.
Odio las lentejas.
Camello es un nombre muy bonito para un animal acostumbrado a pasar por el ojo de una aguja.
¿Un dromedario también pasa?
Amo las lentejas
Camellero no hay camello, se hace camello al andar.
¡Mi camello galopa y corta el viento cuando pasa por el puerto caminito de Jerez!
Y pensar que alguien vendió algo a alguien por un plato de lentejas. ¡Gentuza!
El dromedario pasa de todo, también por el ojo de la aguja. ¿Si aprendemos a enhebrar camellos seremos ricos? Si no fuera por la joia chepa, todo sería más fácil.
Es una foto de la ostia, felicidades.
Que vuelvan los camellos... apenas me dio tiempo de mirarlos...
Los camellos se fueron por culpa del señor Blogger de los cullons
Joder... señor Nomes, yo juraría que le dejé un comentario en este post contestando sus palabras. Otro en su último post, comentando algo sobre el título... ¿Es así o me estoy volviendo loca?
Dígame algo para descartar ña demencia prematura... please!
Mi entrada con la foto de los camellos ha desaparecido durante dos días. Ahora la vuelvo a ver pero sin comentarios. Se han borrado todos.
Recupero algunos comentarios que el sr blogger ha tenido la gentileza de borrar.
Mi amiga Karim v. Vitte no tiene una protuberancia por lenteja, o al revés, pero sí tiene unos pechos que son protuberancias o protuberantes pechos que invitan a la lascivia. A mí me invitaron una vez a lascivia y no quise, porque estaba en ayunas. Además, siempre he preferido las lentejas con tós sus avíos.
Donde esté una vespino que se quite un quad.
Caruano es como mi primer novio, le gustan las motos pequeñitas, en las que tenemos que sentarnos muy juntitos para caber bien.
Por cierto, Nomes, yo iba de paquete, pero detrás, ya sabe...
Lo siento, no encuentro más comentarios en mi lista de correo. Si alguien ha dejado un comentario y no se ha publicado, que lo vuelva a subir por favor.
...que lo vuelva a subir por favor... :)
Siempre te he dicho que escribes muy bien.
B.T.C.A.
Besos.
Nomes...hace tiempo no te visitaba y como siempre es un placer leerte. Me encantó tu escrito de tu viaje a Marruecos y tu foto en la botella de tinto :)
Un abrazo apretado desde Londres
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