Saludos señor Plo, ya veo que quedó usted entusiasmado con los cristales rotos de Lisboa. Sus fotos podrían ser contratadas para promocionar el turismo y el buen rollito lisboeta.
¿Se tomó usted algún chupito de ginjinha antes de hacer las fotos? ¿Le gustaría a usted que algún fotógrafo sanguinario le cortara la cabeza por el medio?
Menos mal que yo fui a Lisboa antes de ver sus fotos. Otrosí digo que las fotos son buenas. Hace poco vi unas parecidas de Haití. Pero tenían color. O era sangre.
Brindo con usted y con la cabra del señor Frikosal con este licorcillo de cerezas llamado ginjinha que es de lo mejorcito que hay en Lisboa, aparte de los cristales rotos, claro.
“É mais facil com uma mao dez estrelas agarrar fazer o sol enfriar reduzir o mondo a grude mas ginja com tal virtude é dificil de encontrar”
Tiene usted razón, señor Anònim ha dit, los pasteles de Belém son algo glorioso, y no engordan casi. Pero que el licor de cerezas llamado ginjinha ya no es lo que fue, no tiene un pase. A saber en qué lugares se metió usted a beberlo, seguramente le dieron de garrafón. Yo lo bebí en el Rossio y me supo a gloria gloria aleluya.
Y ya que hablamos de Belém, les deseo a todos ustedes Feliz Navidad. Inclusive también a las de Reus.
Señora Liuva, ahora comprendo porque los de la oficina de turismo portugués en Barcelona no me las han querido comprar, claro que cuando fui ha verles estaba yo con resaca y aliento de perro que es el aliento que deja la resaca de ginjinha. También hice fotos de elfos y niños y unicornios y delfines saltarines. Las guardo para mi ñoñoblog que es un proyecto que ya estoy retrasando demasiado. Mañana le pongo una postalita con puesta de sol y se la dedico para que vea que en el fondo de mi ser todavía queda un resquicio de bondad (eso sí, poca).
En la última imagen, la del licor de marras, encima de la cabeza del señor de la muleta con camisa a cuadros ¿Es un duende lo que se ve? Y encima del señor de la derecha, (Mi derecha mirando la imagen en la pantalla) chaqueta negra y vaso de plástico en la mano, (Que por cierto, detrás de el, aparecen varios vasos “vacios” más, que vaya con el señor...) pues a ese, también le surge de la cabeza un ser extraño....
Señora Antirroto Zetal, todavía estoy esperando que me diga ustezzz la primera persona del presente de indicativo del verso asir. Y como tarda tanto en contestar le ha pillado la segunda pregunta: la primera persona del presente de indicativo del verbo abolir. Allá por las navidades del año 2012 le haré la tercera, señora.
Señora Angeles. En mi opinión el primer caso es un cómodo perchero para bastones de mendigos o mendigas; el segundo está claro que forma parte del peinado del caballero. En portugal son muy creativos en eso. ¿Sabe que a mí no me dejaron entrar en una peluquería? Es la segunda vez en mi vida que me pasa. Le dejo también un tercer caso y le juro que lo se ve no es mío. Aquí se lo puede ver mejor.
Nómes, usted no comió mazapán ni nada que se le parezca, que yo sepa. No diga mentirijillas, o mentiras gordas. Luego pasa lo que pasa, como aquél chaval de Madeira con protuberancia nasal cambiante.
Señora Llufa, no recuerdo que me haya preguntado nada con anterioridad a su comentario en esta entrada, pero es que yo apenas escribo en este blog, ya. Tómelo como un hecho esporádico. Asir: asgo. Abolir: en éste caso sólo se conjugan aquellas inflexiones en que conservan la vocal i en la desinencia. Evidentemente, no soy filóloga no nada que termine en óloga. Simplemente soy una impostora que busca en la Red.
Disculpe usted, señor Nómes, pero el diálogo se refería (así como el comentario de su compañero/a Anónimo), al local de la ginginha, no a todas las comidas que se metió usted entre pecho y espalda durante el viaje a Lisboa.
18 comentaris:
la segona foto em sembla al·lucinant! :)
Portugal és ple de fotos precioses!
salut!
Pega el enlace desde Flick, si deseas mejorarla.
Bones fotos...si senyor!
Tinc pendent això d'anar a Lisboa.
salut!
Son molt bones Albert !
Saludos señor Plo, ya veo que quedó usted entusiasmado con los cristales rotos de Lisboa. Sus fotos podrían ser contratadas para promocionar el turismo y el buen rollito lisboeta.
¿Se tomó usted algún chupito de ginjinha antes de hacer las fotos? ¿Le gustaría a usted que algún fotógrafo sanguinario le cortara la cabeza por el medio?
Menos mal que yo fui a Lisboa antes de ver sus fotos. Otrosí digo que las fotos son buenas. Hace poco vi unas parecidas de Haití. Pero tenían color. O era sangre.
Brindo con usted y con la cabra del señor Frikosal con este licorcillo de cerezas llamado ginjinha que es de lo mejorcito que hay en Lisboa, aparte de los cristales rotos, claro.
“É mais facil com uma mao
dez estrelas agarrar
fazer o sol enfriar
reduzir o mondo a grude
mas ginja com tal virtude
é dificil de encontrar”
Lo mejorcito son los pastelitos de crema que, no més, degustó en el interior del establecimiento.
El licor de guindas ya no es lo que fue.
Tiene usted razón, señor Anònim ha dit, los pasteles de Belém son algo glorioso, y no engordan casi. Pero que el licor de cerezas llamado ginjinha ya no es lo que fue, no tiene un pase. A saber en qué lugares se metió usted a beberlo, seguramente le dieron de garrafón. Yo lo bebí en el Rossio y me supo a gloria gloria aleluya.
Y ya que hablamos de Belém, les deseo a todos ustedes Feliz Navidad. Inclusive también a las de Reus.
El señor només no degustó ningún pastelito de crema, señor anónimo.
Y, si no, pregunte, pregunte.
Vaya inventiva que tiene ustezzzzzz.
Lo importante es participar, ¿no?
De mazapá, era de mazapán. Creo.
Ginjinhas en el Rossio me bebí 6. El problema es que me las tragué seguidas y sin tomar aire. Es lo que me pasa cuando me olvido el crack en casa.
Señora Liuva, ahora comprendo porque los de la oficina de turismo portugués en Barcelona no me las han querido comprar, claro que cuando fui ha verles estaba yo con resaca y aliento de perro que es el aliento que deja la resaca de ginjinha. También hice fotos de elfos y niños y unicornios y delfines saltarines. Las guardo para mi ñoñoblog que es un proyecto que ya estoy retrasando demasiado. Mañana le pongo una postalita con puesta de sol y se la dedico para que vea que en el fondo de mi ser todavía queda un resquicio de bondad (eso sí, poca).
En la última imagen, la del licor de marras, encima de la cabeza del señor de la muleta con camisa a cuadros ¿Es un duende lo que se ve? Y encima del señor de la derecha, (Mi derecha mirando la imagen en la pantalla) chaqueta negra y vaso de plástico en la mano, (Que por cierto, detrás de el, aparecen varios vasos “vacios” más, que vaya con el señor...) pues a ese, también le surge de la cabeza un ser extraño....
Por diossss ¿donde estuvo usted?
Señora Antirroto Zetal, todavía estoy esperando que me diga ustezzz la primera persona del presente de indicativo del verso asir. Y como tarda tanto en contestar le ha pillado la segunda pregunta: la primera persona del presente de indicativo del verbo abolir. Allá por las navidades del año 2012 le haré la tercera, señora.
A mi no me pregunte que yo el día que lo explicaron en la escuela estaba en los billares tomando anís.
Señora Angeles. En mi opinión el primer caso es un cómodo perchero para bastones de mendigos o mendigas; el segundo está claro que forma parte del peinado del caballero. En portugal son muy creativos en eso. ¿Sabe que a mí no me dejaron entrar en una peluquería? Es la segunda vez en mi vida que me pasa. Le dejo también un tercer caso y le juro que lo se ve no es mío. Aquí se lo puede ver mejor.
Nómes, usted no comió mazapán ni nada que se le parezca, que yo sepa. No diga mentirijillas, o mentiras gordas. Luego pasa lo que pasa, como aquél chaval de Madeira con protuberancia nasal cambiante.
Señora Llufa, no recuerdo que me haya preguntado nada con anterioridad a su comentario en esta entrada, pero es que yo apenas escribo en este blog, ya.
Tómelo como un hecho esporádico.
Asir: asgo.
Abolir: en éste caso sólo se conjugan aquellas inflexiones en que conservan la vocal i en la desinencia.
Evidentemente, no soy filóloga no nada que termine en óloga. Simplemente soy una impostora que busca en la Red.
Por cierto, señora Llufa, ¿quiénes son las de Reus a quien usted felicita las fiestas?
Lo primero que hice al llegar a Lisboa fue desayunar en una terraza de la Via Augusta donde me zampé una pasta rellena de mazapán. Señora.
Disculpe usted, señor Nómes, pero el diálogo se refería (así como el comentario de su compañero/a Anónimo), al local de la ginginha, no a todas las comidas que se metió usted entre pecho y espalda durante el viaje a Lisboa.
Espero que le sentara bien, el mazapán.
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