dijous, 3 de novembre del 2016

La grasilla que peina

Hola,
el bar de moteros de mi pueblo tiene una cortinilla en la puerta de esas para que no entren las moscas. Está tan grasienta que cuando pasas se te queda el pelo engominado. Bueno, el mío no.

dijous, 28 de març del 2013

Primavera.



(Dedicada a l'Andreu que després de tants anys ens hem creuat pel carrer)

El perro flaco.

dimarts, 19 de març del 2013

dijous, 24 de gener del 2013

el facha


Ir cada miércoles a cenar con aquella familia era un suplicio. Un compromiso heredado que en los dos años que duró, fui incapaz de romper. Estaba compuesta por un marido siempre ausente, un abuelo dandy y masón que intentaba besarme en los labios cuando me despedía en la puerta del ascensor y una madre con dos hijas, gordas las tres. 

El apartamento de esta gente estaba en Cinisello Balsamo, un barrio obrero de Milán, tenía falsas columnas griegas y el teléfono forrado de leopardo. Se las daban de marqueses en aquel decorado de cartón piedra, rancio y ridículo.
Han pasado treinta años pero recuerdo con nitidez la noche en que invitaron a un amigo del marido ausente a cenar. Se llamaba Vittorio, un sesentón dicharachero y fascista. Al saber que yo era de Barcelona empezó a contar sus anécdotas de piloto bombardeando mi ciudad durante la guerra civil.
Tuve que ir a vomitar.
Las noticias publicadas estos días me lo han recordado.



dimecres, 23 de gener del 2013

El astrólogo

El astrólogo me adivinó los siguientes treinta años de mi vida desde su despacho al aire libre de Benarés.
Acertó los hijos que he tenido, que mis hermanos son dos y lo poco o mucho y en qué me he ganado la vida.
Predijo también la hora exacta de mi muerte, que será en miércoles. La vaina es que le di mal la fecha de mi nacimiento.


divendres, 19 d’octubre del 2012

dijous, 18 d’octubre del 2012

Mi Abdul



Desde que mi Maurice se fugó con el bielorruso me he pasado a mi Abdul que es más cariñoso amén de limpio y buena persona.


De hoy no pasa que me hago la cama


dimecres, 17 d’octubre del 2012




Sólo sé que no sé qué ponerme.



dimarts, 3 de juliol del 2012

El criador de cobras




Abdelaziz tiene una granja de serpientes venenosas. No las vende; ni siquiera cosecha su veneno para fabricar antídotos. Lo hace porque lo ha hecho siempre y porque también lo hacía su padre y el padre de su padre.
   Las muestra en la plaza cuando hay fiestas y en los crepúsculos alegres del ramadán. A él no le pican, dice, porque las ha visto nacer y las llama por su nombre.
   Pero el imán ha puesto a todo el pueblo en su contra. Le han ido con el cuento de que las serpientes se escapan por la noche y entran en las alcobas a mamar la leche de las madres primerizas. Yo no me lo creo. Lo que pasa es que a Abdelaziz nunca lo han visto rezar y eso, en estos tiempos que corren, no se
tolera.