A pesar de parecerme una idea maravillosa la del “Sarcofagg”, (Espero pronunciarlo correctamente) Mi problema principal es, que a pesar de que no me parece nada exorbitado el precio de esa maravillosa tabla de salvación suya, (Vale prácticamente igual que lo que me costó el piso donde vivo) necesitaría pedir un préstamo al banco para comprarme una segunda residencia, (Lo que no tengo claro es si los bancos están de acuerdo con esa idea de que después del fin del mundo el dinero ya no les va a servir, para mí, que disponen de información adicional a la suya, ya que su comportamiento no está en nada de acorde con el advenimiento del Armagedon) Otro problema adicional con el que me encuentro, es la de carecer de jardín, (Actualmente solo dispongo de un par de docenas de macetas en un pequeño balcón, insuficientes a todas luces para ocultar su “ingenio”) tampoco tengo termomix, ni televisión de plasma, ni me gustan los quintos… todo esto me hace llegar a la conclusión, de que si sumo los gastos que me acarrearía todo el pack completo, los nueve meses que restan para el fin del mundo me son a todas luces insuficientes, (Ni prescindiendo de la ortodoncia de los niños, ni de los bocadillos de mortadela, ni de alquilar películas en el video club, conseguiría un aval suficiente para permitirme la salvación) una pena, porque de verdad, me hacía mucha ilusión.
(No descarto la idea de pasarme por el mercadillo que ponen los jueves en mi barrio, para ver si allí tienen “Mercasarcofagg” de imitación, ya sé que no es políticamente correcto… pero es lo que tiene ser pobre)
Si sobrevivimos tenemos cita por una tierra de topónimos tan hermosos como La Fresneda, El Membrillo, Majadal de los Huertos, La Herguijuela ,,, hummmmmm ,,,, huele a madrugada primavera. Con cocido, por supuesto. Y si no sobrevivimos,,,, pues también.
Ayer en Alcalá de Henares, don Felipe de Borbón fue enfundado con la capa de pandereta de la tuna. Se veía venir. Esto no hay quien lo arregle. La princesa Letizia no se dejó, menos mal que queda alguien en la familia cuerdo.
Lo más de lo más sería cazar elefantes a badurriazos.
Nuestra más enérgica protesta por la equiparación que se hace entre nuestra humilde pero honrada familia y la de esos menesterosos reales.
Es cierto que mi hijo, Aureliano Cuerdo, en cierta ocasión mató una salamanquesa con una escopeta de perdigones. Y que mi otro hijo, Arcadio Cuerdo, rascó la botella de anís del mono en los villancicos parroquiales de la misa del gallo.
Pero de eso a que nos quieran meter en el mismo saco que los tunantes borbonianos…. Es indignante.
13 comentaris:
A- Yo, de provisiones, sólo veo media docena de quintos, qué piensa usted meter en la termomix?
B- ¿Cómo se vacía el orinal?
C- La planta también va a palmar con el fin del mundo y la antena se le va a quedar al fresco. Será usted facilmente detectable.
A pesar de parecerme una idea maravillosa la del “Sarcofagg”, (Espero pronunciarlo correctamente) Mi problema principal es, que a pesar de que no me parece nada exorbitado el precio de esa maravillosa tabla de salvación suya, (Vale prácticamente igual que lo que me costó el piso donde vivo) necesitaría pedir un préstamo al banco para comprarme una segunda residencia, (Lo que no tengo claro es si los bancos están de acuerdo con esa idea de que después del fin del mundo el dinero ya no les va a servir, para mí, que disponen de información adicional a la suya, ya que su comportamiento no está en nada de acorde con el advenimiento del Armagedon)
Otro problema adicional con el que me encuentro, es la de carecer de jardín, (Actualmente solo dispongo de un par de docenas de macetas en un pequeño balcón, insuficientes a todas luces para ocultar su “ingenio”) tampoco tengo termomix, ni televisión de plasma, ni me gustan los quintos… todo esto me hace llegar a la conclusión, de que si sumo los gastos que me acarrearía todo el pack completo, los nueve meses que restan para el fin del mundo me son a todas luces insuficientes, (Ni prescindiendo de la ortodoncia de los niños, ni de los bocadillos de mortadela, ni de alquilar películas en el video club, conseguiría un aval suficiente para permitirme la salvación) una pena, porque de verdad, me hacía mucha ilusión.
(No descarto la idea de pasarme por el mercadillo que ponen los jueves en mi barrio, para ver si allí tienen “Mercasarcofagg” de imitación, ya sé que no es políticamente correcto… pero es lo que tiene ser pobre)
espero que debajo del colchón o del orinal hayan pilas de recambio para el mando a distancia.
Yo soy más de olla gm o de la fussion cook que de la termomix.
Sola en mi soledad,
sola en mi quietud,
sola en mi ataúd,
sola en mi cavidad.
¡Qué solos se quedan los vivos!
¡Y los patos!
¡fum fum fum!
¿Un sarcofagg sin bidé? Un timo, caballero.
es que lo quieren todo por solo 45.000????? Ahí les pille el fin del mundo sin sarcofagg
señoras!!
Y el Varoma ¿qué?
Si sobrevivimos tenemos cita por una tierra de topónimos tan hermosos como La Fresneda, El Membrillo, Majadal de los Huertos, La Herguijuela ,,, hummmmmm ,,,, huele a madrugada primavera.
Con cocido, por supuesto.
Y si no sobrevivimos,,,, pues también.
Ayer en Alcalá de Henares, don Felipe de Borbón fue enfundado con la capa de pandereta de la tuna. Se veía venir. Esto no hay quien lo arregle. La princesa Letizia no se dejó, menos mal que queda alguien en la familia cuerdo.
Lo más de lo más sería cazar elefantes a badurriazos.
Nuestra más enérgica protesta por la equiparación que se hace entre nuestra humilde pero honrada familia y la de esos menesterosos reales.
Es cierto que mi hijo, Aureliano Cuerdo, en cierta ocasión mató una salamanquesa con una escopeta de perdigones. Y que mi otro hijo, Arcadio Cuerdo, rascó la botella de anís del mono en los villancicos parroquiales de la misa del gallo.
Pero de eso a que nos quieran meter en el mismo saco que los tunantes borbonianos…. Es indignante.
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