dimecres, 5 de novembre del 2008

La terra trema

Marcello y J. M. en una foto reciente

Marcello me contó lo del terremoto con los ojos muy abiertos: cómo bajó a toda prisa las escaleras de un sexto piso sin tocar el suelo. Su tío agarró la mano del niño de cinco años que era entonces y lo arrastró por las escaleras a oscuras, volando entre los gritos de los vecinos aterrorizados. Recuerda también los edificios doblándose como si fueran de mantequilla y los rostros de la gente en la calle, desconcertados y aturdidos por el pánico. Su padre decidió entonces salir de la ciudad a toda prisa. Es un decir, porque Nápoles ya es una catástrofe sin la ayuda de la naturaleza. Al salir al campo, una espesa e impenetrable niebla cubrió el mundo de extrañeza. Viajaron toda la noche, despacio, temiendo toparse con árboles o puentes derruidos, hasta ponerse a salvo con el sosiego del alba.
El terremoto mató a 5.000 personas.

En aquel tiempo yo vivía en el norte de Italia y recuerdo la conmoción, las primeras horas, las noticias confusas. También recuerdo como se movilizaron para ayudar, como la sociedad civil se volcó dando muestras del carácter solidario, magnífico, de esa gente.
Después nos enteramos que camiones llenos de artículos de primera necesidad como mantas y abrigos (hacía mucho frío) eran saqueados por delincuentes desalmados. Hubo quien reconoció meses después en mercadillos de Milán o de Turín, la chaqueta que había donado para los damnificados. Pero esa es otra historia.

Ocho años más tarde, una madrugada de agosto en el Valle de Kathmandú, un fuerte temblor me hizo caer de la cama. Mi compañera, medio dormida y cabreada decía que dejara de moverme pero al instante nos dimos cuenta de lo que sucedía. Nuestra cama era un cochecito de montañas rusas en aquel minuto que pareció eterno. Nos salvó la sólida construcción del edificio. Los habitantes de los barrios históricos y de los pequeños pueblos no corrieron la misma suerte. Al cabo de dos días, centenares de piras funerarias iluminaron el cielo de Pashupatinath tiñendo de naranja las aguas sagradas del Bagmati, en el espectáculo más triste que jamás he visto.




37 comentaris:

Martine ha dit...

No he vivido Terremotos de esta intensidad, ni me lo quiero ni imaginar...
Los dos o tres que percibí en mi Provincia, de pocos grados en la escala de Richter ya me impresionaron... pero curiosamente y al mismo tiempo... te dices "La tierra es viva" y nos lo hace saber... Lo drámatico son las situaciones que tu describes, los muertos, siempre los más desfavorecidos... y las rapiñas que se apoderan de las ayudas pero la "Camorra" es mucha Camorra...

Un petó Albert i que vagí bé el viatge!

frikosal ha dit...

La historia de terremotos es buena, pero es que la foto está muy muy bien !!

Anònim ha dit...

Nunca he sentido un terremoto de esta magnitud. Lo más: un mueble moviéndose imperceptiblemente, las copas picar entre ellas con suavidad...
Curioso que tengamos la necesidad de sentirlo todo, aunque solo sea por curiosidad y una sola vez... y luego el horror y el desastre; la conmoción.

el objeto a ha dit...

cuando esas catástrofes naturales llegan,el mundo tal y como lo conocemos se parte en dos, aparecen los límites y los imposibles

el resto del tiempo vivimos como si no... pretendiendo, haciendo semblante de los posibles

Anònim ha dit...

Un terremoto te deja el susto en el cuerpo para una temporada. Hace unos años tuvimos aquí uno de 5'2 grados. Lámparas bailando, cosas que se mueven, nada comparable a esas catástrofes, pero yo pasé una temporada espantada, un camión que cruza el puente a la misma vez que tú y lo hace vibrar, una losa suelta en la acera, cualquier movimiento del suelo me paralizaba, trastornaba mi sentido del equilibrio. No quiero ni pensar en una catástrofe de la magnitud que describes. Estamos tan acostumbrados a un mundo seguro, al menos en el primer mundo, que la indefensión ante las fuerzas de la naturaleza nos desconcierta, nos descoloca.

Ante un drama de estos la gente se moviliza para dar lo necesario, pero también hay quien se moviliza para sacar provecho de la situación. Somos capaces de lo mejor y lo peor.

Arcángel Mirón ha dit...

Cuando hace un tiempo sucedió la gran inundación en el norte del país, camiones y más camiones de mercadería "solidaria" fueron enviados hacia allí. Y también desaparecieron muchas cosas en manos de ladrones y contrabandistas. No entiendo que se especule con la necesidad desesperada y urgente de la gente. Me da mucha tristeza y mucha vergüenza.

machaquito ha dit...

Pos es que te tengo olvidao.

....Y a propósito ¿o no?

Veo y leo que andas con buenas compañías ¿o no?

Cualquier día d'estos te doy un suzto y te llamo.

besox terremotoides.

Inés Toledo ha dit...

Yo ahora mismo tengo algo temblando mejillas pa'bajo.

Y mocos.

Y esto es una montaña rusa de mala calidad.

On the other hand, hoy después de dar mis clases de inglés, estaba pasando notas y corrigiendo, ensimismada, y, cuando me disponía a marchar, vi que alguien me había dejado escrito "¡Guapetona!" en la pizarra. Creo que fueron las dos chiquitajas de última hora, pero el mensaje estaba algo alto para bracitos de diez años escasos.

¿Entonces?

(¿Cómo se hace para conquistar a un inglés que me da clases a mí?, ¿Le dejo "guapetón" en algún lado?)

Si encontrara un refugio a donde no lleguen las grietas, si me sostuvieran, por ejemplo, mis juguetes de sílabas... ¿Qué tal andáis los que tenéis otros juguetes, (ondas, formas, el tiempo que paráis...)?

Si alguien reparte caramelinos esperanzados... no rapiñen, que me toca uno. Al menos, chuparlo un poquito.

nomesploraria ha dit...

Sin dudarlo
llena todas las pizarras hasta que se entere
Y si no se da cuenta es porque no te merece o porque es tonto

caramelinos esperanzados te mando a borbotones y de madrugada

Inés Toledo ha dit...

¡¡¡Uy!!!¡¡¡Gracias!!!
Estoy de un llorón insoportable,lo sé...
Mlllmmm, lllmmm (edl cadamelo).

nomesploraria ha dit...
L'autor ha eliminat aquest comentari.
gemmacan ha dit...

Qué contraste... la calma y la quietud de la imagen con el movimiento y el pánico del relato. Perfecta balanza.
Bon dia!

Nootka ha dit...

No me cuentes esas cosas de Nápoles que me da miedo. Quién decía que la única solución era que estallase el Vesubio y se cubriera toda la mierda de lava. ¿Umberto Eco? no lo recuerdo.
Y siempre me acuerdo de lo que decía nuestro amigo Sylvestre Bonnard sobe el sur de Italia.

Un beso.

nomesploraria ha dit...

Pero Sylvestre aunque era un caballero, estaba resentido porque fue allí para nada, le engañaron como a un belga con la factura de la luz

caricias de fuego ha dit...

mmmmmm
qué chicos tan wapetones!!
¿eres tú?
només, llevo mucho tiempo deleitándome con tus cosas, me encanta tu blog. Percibo tanta sensualidad.
Bssssssss

caricias de fuego ha dit...

llevo mucho tiempo esperándote

Anònim ha dit...

y que hacías mintras me esperabas?
A

Bufaforat ha dit...

Una foto muy gris, incluso el blanco de las holas es gris, el terremoto y sus consequencias son grises.

Me gusta el NMP aunque en el 'cutre' monitor del trabajo apenas se distingue del fondo, un monitor gris como sus fotos y reflexiones.

Bufaforat ha dit...

releo mi gris comentario y aclaro, a mi el gris me gusta

igniszz ha dit...

Es cierto que Italia entera necesita una buena sacudida, para desprenderse de toda la porquería que hay allí (nada especial que no haya en otros sitios del mundo) pero no se arregla precisamente con terramotos ni erupciones vesubianas.
Sobre la fotografía, me encanta la composición, pero la veo poco contrastada.

Anònim ha dit...

mmmmmmmmmmmmmmmm

caricias de fuego ha dit...

Mientras te esperaba me emborrachaba con mi novio, que es un gángster brasileño. Haciamos el amor, pero no por vicio, sólo para tener bebes.
¿¿tu lo haces por vicio o qué??

caricias de fuego ha dit...

Ahora tenemos un ejército de bebés y todos se llaman Nomesplótará. Menos uno que le he puesto untitled-1.
Mire que guapo, como se parece a su padre, el gángster.

Anònim ha dit...

Es igual que su padre. La mirada. El cutis. Los pelillos de las orejas y esos ojillos inyectdos en sangre

Ingles Entumecidas ha dit...

Es usted un ejemplo a seguir. Deberían hablar de usted en las escuelas

nomesploraria ha dit...

Caricias
por vicio, sólo por vicio

Anònim ha dit...

Ingles
¿Con qué te depilas?
¿Te depilas papel de lija style o la brasileña?

EvitaBlu ha dit...

No sé si por suerte o por desgracia, los unicos terremotos que cononozco son los que a veces (demasiadas veces) me ha dejado el alma temblando como un flan y el dia después suele ser bastante jodidillo, ah y también a la Terremoto de Alcorcón.
Només, esta foto es preciosa y el mar y el cielo de gris y plomo esconden alguna ráfaga de melancolía y tristeza.

Que gusto entrar en este blog.

Bona nit

EvitaBlu ha dit...

Ay! pásate por Letrasdesvestidas

nomesploraria ha dit...

Voy

caricias de fuego ha dit...

eres un viciosillo tú, eh?
bssssssssssssssss

nancicomansi ha dit...

me imagino habrá un antes y un después tras una catástrofe tal...
Parecerán las cosas más efímeras y nuestra vida y la de los demás, quizás más valiosa...espero...que ya se sabe aquello de "a rio revuelto, ganáncia de pescadores", y ya lo has contado tú con eso del saqueo...:(

Un beso, Albert.

JGG ha dit...

Yo solo sufrí un leve terremoto de baja intensidad y te aseguro que me quito el sueño más de una noche.

Lola gracia ha dit...

Que historia tan triste...casi tan triste como nuestra cariátide (No sé nada de ella, todavía...siento no darte mejores noticias). Al menos eres un superviviente.

Carlos Lucero ha dit...

se sienten los terremotos?

Anònim ha dit...

Noooo, que va!!!!! para nada!

Sintagma in Blue ha dit...

Qué tremenda experiencia.

(Coincido. La foto es extraordinaria)