divendres, 28 de novembre del 2008

la espina mojada



Al viejo rosal desprotegido apenas le queda aliento para soportar el devaneo. Parece harto de la desfachatez, de la impostura y, mientras, se entretiene ensartando gotas de rocío, una a una, acaparando la belleza escurridiza en su quimera para eludir la pesadumbre.

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16 comentaris:

Sintagma in Blue ha dit...

roser que resa bellesa...

gemmacan ha dit...

La pesadumbre tiene siempre algo de bello acompañando. Será como un consuelo.
Qué gris está el ambiente.
Bon capde. Petons!

jarta ha dit...

Hay mil maneras de eludir la pesadumbre sin tener que acaparar la belleza, pero eso lo ignora el viejo rosal, que solo contempla su propio deterioro.
Ay, si, qué gris -y frío e invernal-está el ambiente...
Bon cap de setmana, també.

maite ha dit...

si, muy gris, pero ya pasará no?

Belnu ha dit...

Para eludir la pesadumbre! Yo pensaría que un rosal es inocente y pura energía joven, impermeable a toda pesadumbre!

Anònim ha dit...

El viejo rosal florecerà con fuerza la proxima primavera. Las gotas de rocio desapareceran y reapareceran.

Arcángel Mirón ha dit...

El rosal tiene una actitud muy humana.

¿O es al revés?

Como sea, apapacho.

Inés Toledo ha dit...

¿¿Pesadumbre??
¿¿Hemos engordado??

De niñita era ya de un inquietante gore, y quería hacerme sangrar un dedo con la espina de una rosa para ofrecerle sangre y flor y dolor católico a Santa Inés ("encarnada" en una talla de madera preciosa que tenía mi abuela).

No lo conseguí, gracias sean dadas a su Jefe.

Porque Santa Inés nos daba regalinos si le dejábamos notas, o cositas enganchadas a uno de sus dedos de madera... Santa Inés hubiera flipado con aquella ofrenda-performance de Alex de la Iglesia. Para mí que, en vez de caramelos, aquello hubiera acabado en alguna embarazosa conversación con un adulto.

Pa'qué me mandarían a colegios de monjas...

Hace frío, no sé cómo lo llevarán los pequeños rosales que mi madre trata de hacer prosperar en Somiedo.

Ni siquiera sé muy bien cómo lo llevo yo.

De momento, sin dormir y escribiendo.

Besinos.

Nootka ha dit...

Los rosales son las víctimas inocentes de la impostura humana. Los rosales y los ruiseñores. Es que me he acordado de un cuento tremendo de Oscar Wilde cuando te leía, de un ruiseñor, una rosa y un joven y mísero esudiante enamorado.

caricias de fuego ha dit...

Jijiji

(besitos)

jaja

caricias de fuego ha dit...

Hola wapetón, acabo de pasar por el blog del arcángel y me dice que te salude de sus partes.
besitos

Anònim ha dit...

Le encuentro algo melancólico últimamente. Yo diría que usted se ha enamorado y no es correspondido.

nomesploraria ha dit...

Ay qué bonito es el amor, sí, sí, pero no. Debe ser la edad o el acné o el frío o las preocupaciones, pero amor, amor, me parece que no. Reconozco eso sí, una especie de cosquilleo cuando ciertas caricias de fuego me dicen jijiji pero esa sólo le hace caso al tal Ingles. Qué desgracia tener tan mal gusto (lo digo por los poemas vanguardistas del tal señor, claro)

nomesploraria ha dit...

Inés
Engordado no, pero llevo seis meses haciendo dieta y sólo he perdido 150 g

MORGANA ha dit...

la espina sedienta.
ese aliento se puede convertir en viento.

el objeto a ha dit...

ensarzando gotas de rocía, muy flamenco maestro, me ha gustau,
mucho