dimarts, 25 de maig del 2010

El laberinto de venenos

El Alecton intentando capturar un calamar gigante en 1861. (Ilustración sacada de la Wikipedia)

Cansado de tanta holoturia ahora como calamares gigantes. El señor Chang los muestra secos como una colada de cartones tendidos; o metidos en tarros de vidrio para apreciar mejor la viscosidad del monstruo. Su tienda es un laberinto de venenos: un museo de especímenes inmunes al olvido. El moho lo cubre todo, incluso al señor Chang, y le da una apariencia translúcida y verdosa. Le veo rodeado de latas hinchadas, de un ábaco, de barriles y mojando la pluma en el cálamo. Usa una tinta muy espesa, que debe ser tinta de Architeuthis, para garabatear no se sabe qué ni en qué papeles de viejo.
Se diría que ese lugar es un despropósito si no fuera por él –por el señor Chang– y por el olor a rancio de los encurtidos abisales que me atrapa como una ventosa.


27 comentaris:

  1. Estaba tan feliz relatando la crónica de la tienda del señor Chang cuando mis tietas me han mostrado las tres pulseras Power Ballance de imitación que le han comprado a la gitana del mercadillo. Ellas están encantadas pero yo me he quedado sin vivir en mí y no he podido continuar escribiendo. Lo siento.

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  2. La tienda de Chang es preciosa, cualquier día van a cerrarla para poner un Macdonalds o un todo a cien chino y será una lástima. Seamos positivos, habrá que estar atentos a la liquidación, ya sabe usted que el ábaco me lo tengo pedido desde hace tiempo.

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  3. Qué bien escribes!


    ...y qué guapas siempre me parecieron esas ilustraciones.






    ('Todos los hombres soís iguales', siempre quejándose cuando una mujer se cumple un capricho regalándose una joya....)






    Muchos besos; B.N.C.A.

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  4. Eso es porque usted no llevaba puesta la suya.

    A mi la mía me protege contra el exprimidor de limones.

    Ademas me han prometido que si la llevo 30 días seguidos me podré comprar un Cayenne.

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  5. Lo de las pulseras es verdad.

    Señora M.A. espero que no lo diga por mi mala letra.

    Si al menos las pulseras sirvieran para ahuyentar extraterrestres...

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  6. Conozco tu letra Albert,...


    ...y me gusta también.




    B.

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  7. Compro.
    Remítame cuatro chang y dos cordones. Me voy a fabricar unos crótalos de escándalo.

    LM.

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  8. ¿No se ha fijado a ver si entre tanto cachivache y tanta pócima estaba el Vero Prepucio?

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  9. No, no me he fijado. Estará por ahí en un tarro con formol.

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  10. Vea usted lo que hicimos con el último calamar gigante con que nos cruzamos...

    Siempre es mejor el I Ching que el sr Chang

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  11. No empecemos con el Vero Prepucio.

    Esto de las pulseras magnéticas retorna cada cierto tiempo, hará unos 30 años todos los horteras llevaban una, metálica, que no estaba completamente cerrada, con una esfera de remate en cada punta. ¿Recuerdan? En esta reencarnación me parecen incluso más feas. ¿Como serán en la próxima? Qué les parecería un pircing-magnético?

    No se si comprarme una harley o hacerme una lobotomía, qué me aconseja?

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  12. El comentario del señor Fblo me ha recordado que en Bilbao a los calamares gigantes los llaman chipirones y nadie se levanta de la mesa sin haberse comido antes una docena de ellos. Eso sí, envueltos en tinta chin para disimular.

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  13. Se me acabó la tinta china. ¿Usted podría darme la dirección de la tienda del señor Chang?. Y, si no es mucho pedir, ¿llega la Sarfa hasta las cercanías de la tienda?. Gracias.

    Doña Desanchá, ¿se refiere usted al vero Vero Prepucio, el que lleva adherido un trocito de glande, debido a las dioptrías sin corregir del insigne rabino que circuncidó a Jesús?. Gracias.

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  14. Un tlocito no podel sel glande, sel pequeño.

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  15. Jajajaa Frikosal, un pequeño tlozo no puede sel glande, mientras que usted, por muy agudo que sea, no deja de ser recto. Con la de posibilidades que da ser obtuso.

    Abrazo

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  16. Señor Frikosal, encuentro razonable su duda entre comprarse una Harley o hacerse una lobotomía. Si acepta mi humilde consejo le diría que en estos tiempos de crisis que estamos pasando es mucho más económico y fácil hacerse una lobotomía con la técnica del picahielos que comprarse una Harley. Pero si su capricho de la Harley es muy fuerte, cómpresela también, pero después de lobotomizarse. Así será usted el hombre más friki de su ciudad dormitorio. Imagínese paseando en la Harley, con la cabeza vendada, con babero y repartiendo entre sus conciudadanos billetes de 500 euracos.

    Saludos, y no olvide lobotomizarse y mineralizarse.

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  17. Señor Fikosal, no me líe usted. Y, sin ánimo de faltarle al respeto, le contesto (no niego que un poquito airado):
    Cuando dije glande, me refería a un trocito de ( ¿se puede decir polla en este blog?; es que pene es un vocablo feo y malsonante) polla.
    Buenas tardes.

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  18. No fué un rabino con dioptrías, sino una anciana la que pegó el tajo, y el cuchillo no cortó, aunque sí sangró, oh prodigio. Así que ni glande ni pequeño, no hay trocito que valga.

    http://laterminalrosario.wordpress.com/2009/04/20/el-santo-prepucio-y-su-extrana-historia/

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  19. Y entre una lobosucción y una lipotomía, ¿qué me aconsejan?

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  20. De Bilbao de toda la vida30 de maig del 2010, a les 23:22

    A los calamares grandes y pequeños, da igual el tamaño, llamamos chipirones.

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  21. encurtidos abisales! y qué bonito dibujo

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  22. Perdonen pero es que estaba mirando eurovisión.
    ououó

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